y en la palabra.
Y Miguel salió con sus abarcas
de pastor, culto y refinado,
amigo de poetas
y luceros del alba, a luchar por
aquellos que consideraba sus hermanos
en el sueño y la quimera
con toda el alma.
Y Miguel vio sonreír a Josefina
en la noche de todas las Españas,
Y salió a luchar
por aquella idea
que le devolvería
al pueblo la sonrisa.
Y Miguel vivió dentro y frente
a ese rayo que no cesa,
esa guerra,
ese horrible calambre,
esa pesadilla
que se resiste a pasar, a ser comedia...
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