AUTE Y YO

Luis Eduardo AUTE y YO

(en el sentido AUT-isT(E)a del palabro)

Lo cierto es que ayer me lo pasé pipa con AUTE, con su presencia generacional que es casi, o sin casi la mía. Nos llevamos tres años y olemos a guerra mundial por todos los costados. Claro que él más por haber nacido en un lugar tan exótico como Manila, y haber visto con los ojos de un niño y de un basilisco de horrible apariencia y de vengativos modales con los basiliscos-bombarderos yanquis. ¡Ah! y porque es más obsceno si cabe que Menda (que no es Mendo) Charlamos unos minutos, antes de su presentación en 'Tardes de libros' de l'Eliana: dos horas fantásticas que pasaron como un soplo ¡que digo! un soplillo. Un acierto más de Lluis Andrés y cía. Hubo de todo, película la del niño-encuentro con su padre-mar ardiendo-bombardeos USAnos-vuelo-sobre-basilisco-retina-mirada-encuentro-consigo-mismo-horreur-vacui-de ser-no ser-hombre. Luego Poemigas de su libro ANIMALHADAS, leídos por la voz más que sugerente, gastada por el arte y esa metafísica, única y contumaz de AUTE, más autista cuanto más viejo y por ello más joven en su poderío de contagio de las mentes y de la risa (la provoca queriendo-sinquerer) y luego el estallido del aplauso cómplice por la agudeza dela super-greguería... No sé, un punto de locura sublime que disfrute como un enano... Luego una cena en común: entrega y disposición para firmar dedicatorias con dibujos. La mía con beso incluido... Cantó y no lo lo hizo Al alba, porque aun no se habían adelantado los relojes, pero a mi si que me contó el secreto de su famosa canción que no era un grito militante sino más bien un poema de amor desesperado, a lo Neruda, pero dolorido por el desamor de un alba que a fuer de ser blanco es amanecer de rabia e incluso es ALBAnta, esa España inventada que no llegó a cuajarle.

Luego ya la locura y el disparate. Los trasuntos del yo, que no es yo "con dos cojones" como suele decir él, sino -como le sugerí- yo-yó y. (punto). Que sean tres...

Y aquí la jeta del artista-cantautor-poemiguero-surrealista... nacido por y para una irreverencia de lo más elegante.