La ilustración de fondo

La ilustración de fondo
La Plaça de la Creu en Benimàmet es uno de los espacios más entrañables de este lugar cercano a Valencia. El artista valenciano Paco Roca ilustra, dibuja, recrea, en esta bella postal, ese espacio a "la antigua".

martes, 28 de enero de 2020

1917 y la barbarie

Ayer, por fin, pude ver '1917' la película de Sam Mendes que ha estado en boca de todos los cinéfilos de ayer y de hoy en las últimas semanas. 

Las críticas y opiniones fiables (¿?) pasaban de más a menos, conforme transcurrían las horas; es decir del 9, 90 inicial, a dos o tres puntos menos en ese tiempo. Había quién apuntaba más bajo...
Leí esas críticas y escuché las opiniones. Me citaban referencias y me ponían comparaciones con cintas admirables que figuran ya en la historia del género bélico y del cine universal como: 'Salvar al soldado Ryan' 'Dunkerke', o, 'Senderos de gloria'...

Pues bien, me acojo -como otras tantas veces- a la teoría de la relatividad y a las referencias estéticas de lo complejo frente a lo sencillo. Similitudes y circunstancias parecidas ¡claro que las hay! Influencias: todas y ninguna; que si la perfección técnica; que si las sensaciones "brutales" del efecto plano-único; que si la excelente fotografía de Roger Deakins, que si la soberbia ambientación y la magistral interpretación de característicos como Colin Firth y de "novatos" que encarnan a los dos jóvenes soldados protagonistas: Willy Schofield y Blake... En fin.

1917, es una suma de virtudes cinematográficas, las citadas y otras que nos conmueven, nos fijan al sillón del espectador y nos mantienen con el alma -si es que la tenemos- o lo que sea, en vilo; el gaznate seco y la angustia de no poder ayudar a esos dos chicos a atravesar la "tierra de nadie", plagada de muertos, ratas inmensas, túneles con trampas explosivas, aviones que se estrellan contra nosotros... y balas asesinas... 

Sabemos que la apariencia del plano-continuo es un truco magistralmente resuelto; una exquisitez técnica que acrecienta la sensación de realidad, de verismo, hasta el punto que a veces parece que nos encontramos en medio de la viñeta de un cómic o, atrapados en el núcleo de un videojuego sobre como esquivar a la muerte que nos persigue con saña. 

Tenemos, si, la sensación de que estamos bajando por la trinchera hasta el centro del infierno o ascendiendo, cuando llegamos a la superficie, a un cementerio infinito, lleno de cráteres y alambradas, de barro, mugre, sangre y fuego. Tanques abandonados, caballos muertos, centenares de miles de fundas de obuses, balas y proyectiles de todo tipo, ya disparados... Contenemos la respiración y apretamos los dientes...

A mi, la constante imaginería de la muerte, de la destrucción del enemigo, de la exhibición del dolor en torno a la Guerra, a la Técnica y las Estrategias militares (mayúsculas aposta), servidas por un apabullante manejo de la fotografía (como es el caso), me acercan a referentes literarios. Me recuerdan sobre todo la prosa fría y precisa del Ernst Jünger de 'Tempestades de acero' o de 'Los acantilados de mármol'... mucho más que la capacidad emocional que trasmiten novelas como 'El Fuego' de Henri Barbusse o 'Los campos del honor' de Jean Rouaud. 

Una novela (¿?) leída estos días pasados La batalla de Occidente de Éric Vuillard me ha remitido, por su capacidad para promover la auto-reflexión, a las claves para comprender la sistemática autodestrucción que Europa se viene imponiendo desde 1914. Y 1917 fue un punto de inflexión que películas como la de Mendes nos obligar a ver en su más cruda realidad.

Pero 1917 no es solo una película de guerra, es ante todo una historia bien contada, la de dos muchachos perdidos en el HORROR (recuerden a Joseph Conrad) de un viaje alucinante, de una misión casi imposible; de una continua y surreal visita a nuestros sueños y fantasmas interiores. Véanse con cuidado los avatares de nuestros héroes en los túneles, la tierna pero imposible secuencia de Willy con la chica francesa escondida y su bebé; la huida y caída del mismo en un río más peligroso que una batalla o, el impactante y sentido final... 

24-01-2020.



No hay comentarios:

Publicar un comentario